¿Lo que hay en un nombre? Mucho, aparentemente. Sobre todo cuando hablamos de comida.
¿No nos crees? ¿Elegirías la merluza negra sobre la lubina chilena? ¿Alguna vez comerías un almuerzo de langostas?
¿Cómo te sentirías con Sky Prawn Sandwich? ¿Pagarías más “mermelada” o “conserva de frutas”?
El hecho es que el nombre de un alimento, es decir, la forma en que se describe, juega un papel muy importante en cuánto queremos comerlo y cuánto estamos dispuestos a pagar por él.
Tiene sentido que los productores, fabricantes y comercializadores de alimentos se aprovechen de esto y se aseguren de nombrar los alimentos para que suenen lo más apetitosos y premium posible.
La siguiente infografía detalla nueve alimentos a los que se les cambió el nombre para hacerlos más atractivos para los consumidores, ya sea para aumentar las ventas y exigir un precio más alto o para deshacerse de una mala reputación.