La Navidad está llena de viejas tradiciones, como comer pavo el día de Navidad, enviar tarjetas navideñas y colgar oropel en la casa.

Pero, ¿por qué comemos pavo el día de Navidad y cómo se originó?

¡Aquí están los datos y la historia de por qué comemos esta deliciosa ave en Navidad!

Dónde comenzó esta tradición

Los pavos se compraron por primera vez en Gran Bretaña en 1526; antes de esta época, para las comidas navideñas, la gente solía comer gansos, cabezas de jabalí e incluso pavos reales.

Se comían pavos en lugar de vacas y gallinas porque los granjeros necesitaban más sus vacas para la leche y necesitaban sus gallinas para los huevos, que entonces eran más caros que hoy.

Entonces, en lugar de sacrificar a uno de sus animales para Navidad, tendrían un pavo, ya que era algo diferente, y podrían salvar su ganado para producir más leche y huevos.

El rey Enrique VIII fue la primera persona en comer pavo el día de Navidad. Sin embargo, no fue hasta la década de 1950 que el pavo fue una opción de comida navideña más popular que el ganso.

Lo bueno del día de Navidad y los pavos es que la Navidad es un momento familiar, ¡y los pavos son del tamaño de una familia!

El 87% de los británicos cree que la Navidad no sería lo mismo sin el tradicional pavo asado.

Datos sobre el pavo navideño

Hoy en el Reino Unido, comemos alrededor de 10 millones de pavos cada año para Navidad.

El 25% de los británicos compran sus pavos con meses de antelación.

Una encuesta muestra que las tres formas más populares de servir las sobras de pavo navideño son: sándwiches, sopas/guisos o ensaladas.

El 20% de los británicos admite pagar más por sus pavos por “calidad extra”.