Cuando escuché esto por primera vez, pensé que era una noticia falsa.

Pero después de investigar un poco y leer, estaba más que vendido.

Si miras las dos imágenes de este artículo, puedes ver el antes y el después de lo que sucede cuando alguien pone una cuchara llena de aceite en un lago agitado.

Puedes ver que en un anillo alrededor de su barco hay aguas tranquilas en un círculo expansivo.

Entonces, ¿por qué el aceite calma el agua?

Básicamente, cuando se vierten en agua, las moléculas de aceite no se juntan, sino que se esparcen para formar una capa que tiene solo una molécula de espesor.

Todas estas moléculas de aceite se voltean sobre sus cabezas cargadas negativamente y se paran sobre las partículas de agua cargadas positivamente (como imanes moleculares).

Debido a esto, los aceites se esparcen por el lago para formar una película sobre la superficie del agua que tiene solo una molécula de espesor.

Lo que significa que puede calcular qué tan grande es una sola molécula de aceite haciendo esto.

Entonces, por ejemplo, la cuchara que usó un probador tenía aproximadamente 0,39 pulgadas (1 cm) de alto y el círculo de aceite que creó en el agua tenía aproximadamente medio acre de ancho.

Cuando divide esto para que quepa en la cucharada utilizada, llenaría la cucharada aproximadamente cinco millones de veces, lo que significa que una molécula sería una cinco millonésima parte de un centímetro.

Por lo general, el viento forma olas al obtener tracción sobre la superficie del agua y moverla.

Pero la capa de moléculas de aceite sobre el agua actúa como un bloqueador de la tracción del viento, simplemente moviendo la capa de aceite en lugar de crear olas.

¿Cómo se ha utilizado esto en el pasado?

Es un truco bastante interesante, y ha sido utilizado históricamente por todo tipo de personas por diferentes motivos.

Benjamin Franklin, pionero de la electricidad, usó este conocimiento para hacerle bromas a la gente.

Le decía a la gente que podía calmar un lago picado con el toque de su bastón, manteniendo un pequeño frasco de aceite en la parte inferior de su bastón que salía a la superficie del agua cuando lo golpeaba.

Esto lo hizo aparecer como un mago o una especie de Dios calmante de aguas agitadas.

Este truco también se ha utilizado de formas más útiles que las bromas pesadas de Benjamin Franklin.

Los marineros, cuando se enfrentaban a los mares más agitados, arrojaban todo su aceite de cocina al agua para ayudar a detener las olas, lo que les otorgaba a ellos y a su embarcación un respiro.

Algunos barcos incluso llevarían varios barriles de aceite para este mismo propósito.

Además de estas aplicaciones históricas anteriores, la ciencia detrás de esto se pone en buen uso dentro de nuestra sociedad moderna.

Al colocar una película gruesa de aceite de una capa o una molécula más pequeña (como el fluoruro de magnesio) sobre el vidrio, se crea algo conocido como «vidrio invisible», que apenas tiene reflejos ni deslumbramiento.

Esto se debe a que el reflejo del vidrio y el reflejo de la capa en la parte superior del vidrio esencialmente se cancelan.

Este es el tipo de vidrio que se utiliza para pantallas de teléfonos y tabletas, computadoras portátiles y anteojos.

Así que ahí lo tienen gente; una cucharada de aceite puede calmar un lago picado, y las aplicaciones de este delicado conocimiento del tamaño de un bocado van desde bromas prácticas hasta hacer pantallas de teléfonos inteligentes.